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La ley continua

Fundamentación de la ley continua

La ley continua puede interpretarse como un caso extremo de capitalización fraccionada en el que el intervalo de tiempo que transcurre entre dos devengos consecutivos de intereses es infinitesimal. 

Puede demostrarse que la ley de capitalización resultante en estas condiciones es

Cn = C0 · erT

donde e es la base del logaritmo neperiano (e = 2,718281) y r es la tasa continua equivalente a una tasa compuesta anual j: r = ln (1 + j).

La ley de descuento se obtiene reordenando los términos de la expresión anterior: C0 = Cn · e-rT.

La ley continua no se emplea habitualmente en la práctica bancaria; sin embargo es esencial para describir ciertas realidades, como el comportamiento de los precios de las acciones (que no cambian a intervalos discretos, sino de forma continua a medida que los inversores realizan operaciones de compra y venta). También se emplea en la valoración de derivados, entre ellos los futuros y forward y las opciones.