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La Economía de la Empresa

La especificación científica de la Economía de la Empresa es una cuestión epistemológica que excede ampliamente los objetivos de este trabajo. Sin embargo es importante que retenga algunas ideas básicas, que le ayudarán a comprender el porqué de la metodología y de la estrategia de análisis empleadas en la Economía de la Empresa en general, y en las Finanzas en particular.

La empresa en la Economía general

Como sabe, la Economía se ocupa de la forma en que la sociedad debe asignar sus recursos escasos para dotarse de los bienes y servicios que precisa o desea. Para ello se despliega en dos ramas: la macroeconomía (que estudia las magnitudes agregadas dentro de un sistema económico) y la microeconomía (que explica las fuerzas que concurren en el mercado a partir de la la producción, el consumo, las rentas y los precios). Está interesada por la empresa como un elemento que interactúa con otras piezas del mercado y contribuye a la formación de sus fuerzas: adquiere factores, decide qué productos va a elaborar, contribuye a la formación de la oferta y la demanda, participa en el mecanismo de fijación de precios, etc.

El instrumental empleado para su estudio es el equilibrio técnico-económico, que como quizá sepa hace referencia a un conjunto de relaciones entre la empresa y el mercado:

"El equilibrio de la empresa en el mercado de sus factores de producción se consigue - nos dice la Teoría Económica - cuando se alcanza la nivelación de las productividades marginales ponderadas de los mismos, y en el mercado de sus productos, cuando se igualan costes e ingresos marginales" (Fernández Pirla)

Con pequeños cambios, este ha venido siendo el punto de vista de la Economía general desde la consolidación de la teoría de la firma, a principios del siglo XX. No hay, como puede observar, una preocupación específica por la forma concreta en que funciona la empresa, en particular por su problemática financiera: implícitamente, se asume que la empresa atenderá puntualmente los compromisos de pago, que se percibirán los cobros de clientes, que se mantendrá la solvencia, que se lograrán los recursos necesarios para los cambios de escala, etc. Alguien adoptará, en el momento oportuno las decisiones correctas que garantizarán el equilibrio técnico-económico... pero no se detallan el cómo ni los efectos de esas decisiones.

Esta generalización es consustancial a los objetivos de la Economía, que se centran en las macromagnitudes y los mecanismos de mercado; pero empezó a resultar seriamente restrictiva a medida que la emergencia del capitalismo, la segunda revolución industrial y la acumulación de capital catapultaron la realidad financiera mucho más allá de la simple realización de cobros y pagos:

  • Aumento de la dimensión empresarial
  • Concentración e integración vertical
  • Desarrollo de los mercados financieros, en términos de volumen de negocio y tipología de activos negociados
  • Creciente variedad de activos financieros
  • Demanda de más y mejor información contable por parte de propietarios, acreedores y terceros. Desde luego las empresas mantenían un proceso contable desde mucho tiempo atrás, pero hasta bien entrada la década de 1920 no se lograron avances concretos en la explotación de esta información para fines de decisión y/o control

Específicamente, el crecimiento empresarial y el capitalismo industrial pusieron el foco en la problemática de la financiación: ¿cómo y dónde obtener los fondos requeridos por estas nuevas grandes organizaciones? ¿Cómo combinar las distintas fuentes disponibles? ¿Cómo financiar el crecimiento? ¿Cuál era la rentabilidad de los capitales invertidos? ¿Cómo prever los procesos de insolvencia, lo que en aquel momento se denominaba bancarrota?

Observe que son preguntas muy diferentes de las que tradicionalmente venía respondiendo la Economía. No se trata, simplemente, de describir la forma en que la financiación entra y sale de la empresa, sino de elegir entre diferentes fuentes y dimensiones, considerando características internas de la organización como la solvencia o la capacidad de generación de rentas. También empezaban a plantearse nuevos problemas relacionados con los emergentes mercados de capitales, donde algunas grandes empresas cotizaban y obtenían financiación. Recuerde que ya en ese momento había algunos mercados organizados donde se negociaban derivados, en particular futuros sobre commodities. La problemática financiera tenía ya un cierto grado de sofisticación, y todo ello demandó una progresiva especialización de los conocimientos relativos a la gestión empresarial; es aquí donde la Economía de la Empresa empieza a separarse del tronco de la Economía General.

Un nuevo y turbulento siglo

En lo que respecta a la problemática puramente financiera, el siglo XX es un período tumultuoso:

  • La crisis de 1929 representa un hito imprescindible, por su gravedad, por su origen propiamente financiero, y por el carácter masivo de los daños causados en el sistema económico.
    • Como, quizá, lo sea también la crisis de 2008-??
  • El capitalismo salvaje de principios de siglo conduce a la crisis bursátil de 1929, que se contagia rápidamente al resto de la economía
  • Las finanzas se concentran en los problemas de solvencia
    • Se observa que las empresas endeudadas son las primeras en tener problemas de solvencia
    • Se desarrolla una aversión irracional al endeudamiento
  • Por primera vez, surgen normas concretas de cara a la difusión de información contable y financiera
  • Los derivados ganan peso como medio para la generación de nuevos instrumentos de inversión, generando nuevas fuentes de exposición al riesgo y convirtiéndose en lo que Buffet ha denominado armas financieras de destrucción masiva (lo que no deja de ser paradójico, considerando que la lógica esencial de un derivado es la gestión del riesgo)

Las necesidades derivadas de esta situación fueron determinantes para el desarrollo de la teoría financiera: como ha señalado el Prof. Suárez, "[fue] al confrontar el instrumental analítico disponible con la realidad que se trataba de analizar, cuando se advirtieron las insuficiencias y limitaciones de la teoría económico-financiera de la empresa entonces existente. Y fue precisamente en esta parcela de la ciencia económica en donde se produjeron, acaso, los avances científicos más espectaculares durante las tres últimas décadas".

La Economía de la Empresa

El Prof. Doldán ha señalado que la Economía de la Empresa se ocupa del comportamiento humano relativo a la elección entre fines y medios o recursos escasos, susceptibles de usos alternativos. Por tanto, se propone examinar el funcionamiento de la empresa a nivel de decisión (a diferencia de la Economía, que estudia a la empresa como un agente más dentro del sistema económico).

"Si quisiéramos precisar la diferencia, diríamos que las leyes (...) objeto de la Economía de la Empresa hacen referencia al equilibrio de la empresa concebida como organización funcional, es decir, con sus elementos y magnitudes componentes, mientras que las leyes descritas en la Teoría Económica general son meramente enunciativas de los principios generales que rigen el equilibrio de la empresa en el concierto económico, de carácter, pues, muy amplio y por consiguiente nada concreto..." (Fernández Pirla)

Para ello, la empresa se concibe como una unidad económica de producción, es decir, como un conjunto ordenado de recursos destinados a la elaboración de bienes o la prestación de servicios.

Las diferencias metodológicas son palpables:

  • La Economía de la empresa tiene perfil normativo (desarrolla teorías y modelos útiles para elegir la alternativa más conveniente en función de un objetivo predefinido); la Economía general es marcadamente descriptiva
  • La Economía de la Empresa adopta de un enfoque de sistemas y examina la empresa de forma analítica, "pieza a pieza", para identificar sus procesos y relaciones clave; por el contrario, la microeconomía concibe a la empresa como una caja negra y se ocupa fundamentalmente de las relaciones de ésta con su entorno
  • La Economía de la Empresa muestra una interacción más intensa con la praxis, con las necesidades reales de gestión

Desde el punto de vista metodológico, hay también diferencias bastante marcadas con el planteamiento de las llamadas ciencias puras, como las matemáticas o la física. En nuestro caso hay evidentes dificultades para aplicar procedimientos como la observación y la experimentación (no podemos manipular directamente un sistema social, tampoco una empresa), lo que obliga a emplear técnicas alternativas como la simulación artificial sobre modelos. Por otra parte nuestro objeto de estudio no responde a leyes matemáticas, precisas y sistemáticas, sino a reglas de tipo probabilístico: la presencia de una componente humana, la existencia de un factor cultural, las interacciones con el entorno, etc. hacen que muchos de los procesos y variables clave tengan un comportamiento en mayor o menor medida aleatorio.

Ciencias puras Ciencias sociales
Razonamiento   Formalizado Informal, intuitivo
Hipotético - deductivo Sin hipótesis iniciales
Evidencias   Sólidas Débiles, vagas. Importancia de la observación singular
Múltiples observaciones
Experimentación Laboratorio Simulación
Generalización Leyes Cuasi-leyes
Modelos Algorítmicos Heurístico
Predicción Causal, justificación sólida Mixta. Importancia de la subjetividad
Medida de confianza   Frecuencia relativa de eventos observables Frecuencias relativas (observadas o por experimentación artificial)
Probabilidades subjetivas 
Transiciones Graduales Radicales

El subsistema financiero

Como hemos señalado, la Economía de la Empresa se propone examinar el funcionamiento de la empresa a nivel de decisión; esto implica diseccionar los procesos internos, identificar las tareas y trazar sus respectivas dependencias, y para ello se emplea un enfoque de sistemas.

Con frecuencia los subsistemas empresariales se delimitan siguiendo un criterio funcional, lo que permite agrupar y secuenciar coherentemente los procesos internos. Gutenberg sugiere que "(...) tres grandes esferas parciales forman una empresa. Ésta no se concibe pues como mera formación técnica, sino como unidad que comprende la esfera parcial técnica, la comercial y la financiera"; por tanto cabe distinguir varios subsistemas, cada uno de ellos especializado en una función concreta. La función técnica se relaciona con las tareas propias del aprovisionamiento y la producción; la comercial con las ventas y la distribución pero, ¿cuál es el contenido de la función financiera?