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Los recursos de información

¿Recursos?

Desde el punto de vista económico, un recurso es un elemento necesario para satisfacer una determinada necesidad de la empresa. En su acepción microeconómica original más restringida el término se aplicaba casi exclusivamente a medios materiales vinculados al ciclo de operaciones, aunque resulta evidente la existencia de otros muchos recursos, tangibles e intangibles: financieros, humanos... y de información.

La noción de recurso de información está relacionada con la especificación, relativamente reciente, de la información como un activo: es escasa, su adquisición y gestión ocasionan un coste, es necesaria para que la empresa desarrolle las funciones requeridas para lograr sus objetivos, y es una fuente potencial de ventaja competitiva.

La información es escasa porque no podemos disponer de todas las evidencias que nos permitirían adoptar decisiones en condiciones de certeza; en particular, es escasa la información relevante y de alta calidad. Precisamente, esta disponibilidad limitada es lo que le confiere valor y lo que hace que estemos dispuestos a pagar, por ejemplo, por un informe técnico.

El perfil de la información como recurso es, sin embargo, peculiar. La información puede movilizarse rápidamente, puede ser transformada y agregada creativamente, sin las limitaciones que el tiempo y el espacio imponen sobre los recursos convencionales; además, a diferencia de éstos, la información no se destruye cuando es usada: bien al contrario, puede ser empleada simultáneamente en diferentes aplicaciones, y reutilizada en diferentes momentos de tiempo. La acumulación de información es el proceso subyacente en la edificación de los activos intangibles (Itami los denomina activos invisibles) que, de acuerdo con el enfoque de recursos y capacidades, son el puntal básico de la competitividad de la empresa.

“Los recursos corporativos se definen convencionalmente como las personas, bienes y el capital que una empresa puede desplegar para cumplir sus objetivos a corto y largo plazo. Un pequeño pero creciente número de directivos añaden a la información a la lista..(...) La tecnología es un ejemplo, pero la información es mucho más que esto. La confianza del consumidor, la imagen de marca, el control de la distribución, la cultura corporativa, y las habilidades de la dirección son recursos informacionales. Yo llamo a estos recursos basados en la información activos invisibles, y son tan esenciales para el desarrollo de las operaciones como los más visibles de los recursos corporativos. Aún más, creo que son los recursos más importantes para el éxito a largo plazo.” (ITAMI, 1991: 12)

El tratamiento de los recursos de información representa un verdadero desafío de gestión. Son definitivamente valiosos para la organización, pero no figuran en los estados contables y no pueden valorarse empleando los esquemas usuales, porque los activos invisibles no pueden ser comprados ni transferidos y, lo que es más llamativo, se transforman continua y espontáneamente; muchas de sus utilidades son imprecisas ya que los recursos de información prestan un apoyo general e indistinto a la gestión, y por esa misma razón sus costes son fundamentalmente indirectos. Todavía hoy la justificación de las inversiones intensivas en TIC, y la valoración de empresas de Internet o centradas en negocios electrónicos, resultan problemáticas y controvertidas.

Considere los siguientes casos recientes: salida a Bolsa de Facebook, compra de WhatsApp por Facebook, valoración de mercado de Google, spin-off (con salida a Bolsa) y posterior recompra de las acciones de Terra por parte de su matriz (Telefónica), Pets.com o theGlobe.com. En todos ellos hay un problema valorativo evidente. Los problemas tecnológicos no suelen ser determinantes (aunque hay excepciones, por ejemplo Boo.com).

Una lectura recomendada sobre la especificación de la información como recurso:

Moscoso, P (1998): Reflexiones en torno al concepto "recurso de información". Revista general de información y documentación.