Saltar la navegación

El teletrabajo

Durante los últimos meses "teletrabajo" ha sido uno de los términos más comúnmente repetidos, tanto en el ámbito académico como en muchos contextos empresariales. Hemos teletrabajado y tele-estudiado, hemos realizado prácticamente todos nuestros trámites administrativos por vía telemática, y hemos reemplazado buena parte de nuestros vínculos sociales y familiares por (tele)relaciones. Este término no existe, por supuesto, pero viene a enfatizar la idea de que nos hemos visto obligados a relacionarnos a distancia y empleando medios telemáticos. Precisamente esta es la esencia del teletrabajo.

Una relación laboral... no tan nueva

La aplicación masiva de las TIC está modificando muchas relaciones sociales, entre ellas las de índole laboral.

En muchas actividades, la noción de "lugar de trabajo" se ha difuminado, y también lo han hecho los límites entre la vida personal y profesional: algunas actividades podrían dejar de estar referenciadas a un "lugar", y pasar a relacionarse con una persona.

El teletrabajo es una forma de relación laboral en la que una parte significativa de la actividad se realiza fuera de los límites físicos convencionales de la empresa, y empleando intensivamente recursos TIC. Por tanto, viene dado por las siguientes características:

  • ­Relación laboral por cuenta ajena
  • ­A distancia, con flexibilidad geográfica y horaria
  • ­Uso intensivo de TIC: equipamiento informático, telecomunicaciones, etc.
  • ­Actividad intensiva en información y conocimiento
  • ­Planificación y coordinación basadas en objetivos

Formalmente, el teletrabajo puede entenderse como una forma de trabajo a distancia, con la particularidad de que en este caso concurre una característica adicional: la realización de una actividad intensiva en conocimiento, con un empleo significativo de recursos TIC. Sin embargo, durante los noventa fue uno de los ejes centrales de la estrategia europea para el mercado laborl. En ese momento teletrabajaban en torno a seis millones de personas, fundamentalmente en los países nórdicos, Francia, Holanda y Gran Bretaña; en España había en torno a 250.000 teletrabajadores, vinculados esencialmente a grandes empresas (el 65% de ellas decían tener planes activos de teletrabajo).

La adopción del teletrabajo es especialmente habitual en las siguientes actividades:

  •  Servicios generales y financieros
  •  Periodismo y diseño gráfico
  •  Desarrollo de software
  •  Elaboración y mantenimiento de sitios web
  •  Televenta y call centers
  •  Servicios de help desk
  •  Servicios de búsqueda de información

Obsérvese que el teletrabajo implica una relación propia y estrictamente laboral; no se incluyen aquí los denominados falsos autónomos, ni por supuesto tampoco los servicios externalizados.

Algunas modalidades de teletrabajo

  • En casa
  • En oficinas satélites (dependencias de la empresa, situadas en las proximidades de las zonas residenciales, destinadas específicamente a prestar apoyo a los teletrabajadores)
  • A través de telecentros: instalaciones públicas o creadas por asociaciones empresariales, y compartidas por varias organizaciones
  • Desde telecentros rurales o telecottages, instalaciones con los que se pretendía anclar la población y atraer nuevos habitantes, diversificando el tejido económico y social de las zonas no urbanas y que en gran medida han sido superados gracias al despliegue de banda ancha en las zonas rurales, y al desarrollo de las redes móviles.
  •  A través de dispositivos móviles

Justificación

El teletrabajo se planteó como una solución que, pretendidamente, conciliaba múltiples intereses, incluyendo los de las empresas, los trabajadores y la propia sociedad:

  • Sociedad
    • Objetivos medioambientales: reducción de emisiones de CO2, mitigación del impacto ambiental de la movilidad, etc.
    • Objetivos financieros: reducir el ritmo de inversión en infraestructuras
    • Objetivos de hábitat: anclar la población a las zonas rurales, frenar el aumento de los costes inmobiliarios en las ciudadesç
  • Trabajadores
    • Incrementar el poder de negociación, especialmente en el caso de profesionales cualificados
    • Mejorar la distribución del tiempo de trabajo y de ocio y las oportunidades de conciliación familiar
    • Reducir costes de movilidad
    • Reincorporar al mercado laboral a colectivos desfavorecidos
    • Mejorar el control sobre el desarrollo de la carrera profesional
    • Satisfacer el deseo de disfrutar de más autonomía, y asumir mayores responsabilidades
  • Aspectos políticos
    • Atraer trabajadores cualificados y promover el desarrollo de zonas rurales y desfavorecidas
    • Desplegar sinergias con el turismo y desestacionalizar la demanda de recursos vacacionales
  • Empresas
    • Ganar flexibilidad operativa
    • Lograr horarios laborales menos rígidos, y con posibilidades de adaptación a las necesidades del negocio
    • Reducir costes laborales y de infraestructura (especialmente, inmobiliarios)
    • Experimentar formas alternativas para acceder a nuevos mercados o áreas geográficas que no requieran grandes inversiones en infraestructura

Carlos Piñeiro Sánchez. Factores explicativos del teletrabajo (CC BY-NC-SA)

Aspectos problemáticos y posibles medidas correctoras y de refuerzo

Los resultados de las iniciativas de teletrabajo son en general contradictorios; hay un buen número de casos en los que las empresas han corregido a la baja las expectativas de sus proyectos y, sobre todo, casos en los que los teletrabajadores han renunciado a esta modalidad y demandado volver a una relación laboral convencional.

De acuerdo con estos antecedentes parece haber, fundamentalmente, problemas en lo que respecta a la satisfacción de los trabajadores:

  • Dificultades para deliminar con precisión el tiempo de trabajo y el tiempo personal
  • Distribución de gastos y responsabilidades: consumo eléctrico, servicios telemáticos, mantenimiento de equipos, consumibles, etc.
  • Aislamiento y ruptura de la red informal
  • Garantías laborales en supuestos de incapacidad temporal
  • Falta de reconocimiento del trabajo realizado

Se han propuesto algunas medidas de refuerzo para tratar de mitigar estas disfunciones:

  • Diseño contractual
    • Emplear contratos transparentes, que delimiten con claridad las responsabilidades de las partes
    • Establecer criterios que permitan limitar razonablemente el tiempo de trabajo e impidan que la dirección por objetivos devenga en un sistema de destajo
  • Planificación de los flujos de trabajo y establecimiento de mecanismos de coordinación
    • No puede esperarse que los teletrabajadores se coordinen de forma espontánea, o por adaptación mutua. Es responsabilidad de la empresa asignar tareas bien delimitadas y de naturaleza concurrente, y diseñar procedimientos de coordinación basados por ejemplo en herramientas de workflow
    • Adoptar un modelo de dirección por objetivos
    • Diseñar recursos de apoyo, tanto personales como técnicos
  • Asegurar la comunicación, preservar la red informal, y promover la integración social
    • El trabajo deslocalizado debería combinarse con tiempo de trabajo presencial; aquí podrían incluirse eventos, reuniones, actividades colectivas, etc.
    • Fomentar una cultura participativa que reconozca el trabajo personal y premie la asunción de responsabilidades